Choose your truth

Esto parece ser como un ritual de cada cierto tiempo.

Hace no tanto que comencé un mini proyecto/propósito de volver a escribir como una herramienta de auto evaluación para resolver mis enredos mentales. Hoy estoy en el otro café, pero a una hora muy cercana a la anterior. Yo me pregunto: ¿Qué tienen los "cafés" que me incitan a intimar en mi propia conciencia? No sé, tal vez sea solo un simple cliché. En fin, son cuarto para las ocho de la noche. Ordené un americano negro y sin azúcar.





Hoy me permití darme este tiempo para reencontrarme con ya tan comunes ideas que dejo a medias desde hace un par de años. Confieso que en esencia, vengo lidiando con los mismos conflictos emocionales desde muy joven. El cascarón no ha cambiado mucho (¿afortunadamente?), mi exterior dicen, que sigue sigue pareciendo el de una adolescente de dieciocho; Tal vez se deba a mi genética o al poco abuso de alimentos procesados, pero de eso hablaremos después.

Ahora mismo descubro que esta práctica de escribir me relaja muchísimo y que quizás el lugar donde me encuentre ya no importe mucho para que las palabras fluyan de la tinta al papel, porque es así como escribo ahora.

Recuerdo que en la anterior ocasión fui más creativa; utilicé un libro viejo que encontré en una caja de donaciones. Me llamó la atención porque era totalmente liso y de color blanco hueso. Dibujé en la portada mi firma artística, la que usaba en mis ilustraciones y acuarelas. En las primeras páginas que estaban casi en blanco hice pequeños garabatos de objetos que se encontraban a mi alrededor: un teléfono antiguo, una máquina de escribir...

También recuerdo que antes llegar al lugar, tomé un tiempo para vestirme lindo y hasta maquillarme un poco, en aquel entonces mi estilo debía ser boho. Me siento totalmente expuesta al escribir esto, pero todavía a mis veintitantos, estaba en busca de mi propia identidad. Aquella época era muy bohemia, como mis emociones, mi cabello color cobrizo y Florence + the machine. Por años estuve convencida que debí haber nacido pelirroja, y creo que hasta la fecha, pero ya lo dejé ir, al menos por tiempo indefinido.

Esa noche hacía frío y estaba a punto de llover. Trataba de regalarme un pequeño tiempo de calidad para mi misma entre tanto caos: trabajo, universidad, proyectos, hogar y familia; estaba desconectada y ausente de lo más importante: yo. Así comenzó el blog de hecho. Me encantaba ir a ese café y escuchar su música clásica. El proyecto diario no tuvo éxito, sólo escribí en un par de ocasiones entre los espacios del texto impreso. Realmente era una idea fantástica; el texto original del libro y el mío eran contrastantes. Pero mi ajetreada agenda me impidió seguir trabajando en él.

Esta noche vengo con el mismo propósito en mente: elegir mi verdad.

¿Por qué me cuesta tanto trabajo terminar de descifrar mi propia identidad? Imagino que cuando llegue ese día donde se resuelva el enigma de mi existencia, se abrirán majestuosamente las puertas de la verdad del mundo, de la manifestación plena, de mi propósito en esta vida y finalmente seré capaz de dar amor a los demás, dejando atrás las pretensiones.

Elegir tu verdad significa ser fiel a lo que crees y deseas en todos los aspectos de tu vida; ser auténtica y no perderse en los estándares que imponen la sociedad o las costumbres. No confundan esto con una propuesta rígida y negada al cambio, al contrario, se trata de conocerse cada día y mejorar en tus decisiones, desde las más pequeñas como tu rutina matutina, hasta tu planificación financiera y profesional.

Elige siempre lo que sea bueno para tu espíritu, lo que te haga feliz desde el interior; la ropa que vestirás, el desayuno de hoy, tu carrera, tus pasatiempos, tus manías. No hay que permitir que los demás elijan lo debe hacernos feliz, elígelo tú.

En unas horas cumplo 27 años, y la verdad me pesan.
Porque ahora estoy en una crisis que me mantiene paralizada, porque quiero que ese día llegue y mi mente se aclare, porque quiero vivir en plenitud, porque envidio a los que ya lo descifraron.
Por esto y otras cosas más.