Repite conmigo: ¡Me quiero!
Qué fácil es olvidarlo cuando se vive tan sólo con uno mismo, con los miles de pensamientos que llegan al apagarse las luces y el silencio invade el espacio. Cuando todos los quehaceres inconclusos comienzan a encimarse aturdiendo y ensordeciendo nuestra paz.
Hace tres meses tomé la decisión de vivir sola y vaya que he aprendido de cosas. Apenas a mis 27 años me he otorgado la valiosa oportunidad de conocerme a este nivel de intimidad. En general, lo disfruto mucho, aunque nadie que haya experimentado vivir por cuenta propia puede negar que también hay momentos de profunda soledad y reflexión; cuando ya no está el amigo, ni el novio, ni los padres en el teléfono. Cuando es inevitable abrir la puerta y encontrar total silencio, las cosas tal y como las dejaste al partir, el refri medio vacío y la sensación de olvido. En mi caso, ese momento pasa y no me invade por mucho tiempo; dejo que fluya, lo respiro, lo vivo y lo abandono. Es parte del paquete.
La foto que comparto es de poco más de un año. Me ha gustado para este post por la cantidad de experiencias y aprendizajes vividos durante este tiempo. Muchas de ellas a partir de errores, pero finalmente aprendizajes, que si lo tomas con madurez, no te vuelven a ocurrir. Como les decía al principio, qué fácil es olvidar quererse a uno mismo en momentos así, de soledad. Cuando sólo quieres evadir explorar en tus propios problemas y comenzar a trabajar en ellos.
Me ha costado mucho tomarle amor a mis propios miedos. Incluso he tratado de estar en soledad por varios días sin buscar a mis amigos o a mi familia con el objetivo de conocer mis reacciones. Y pues lo más obvio por pensar es en un cuadro depresivo, pero una vez que sabes identificarlo es fácil no quedarse en él. Por el contrario, mi tiempo conmigo misma me ha llevado a cosas que antes jamás pensé en hacer tales como ir sola al cine, a restaurantes, a la playa, a pequeños viajes y a tomarme mis copitas de vino. ¡Tener una cita a solas es increíble!
Me ha costado mucho tomarle amor a mis propios miedos. Incluso he tratado de estar en soledad por varios días sin buscar a mis amigos o a mi familia con el objetivo de conocer mis reacciones. Y pues lo más obvio por pensar es en un cuadro depresivo, pero una vez que sabes identificarlo es fácil no quedarse en él. Por el contrario, mi tiempo conmigo misma me ha llevado a cosas que antes jamás pensé en hacer tales como ir sola al cine, a restaurantes, a la playa, a pequeños viajes y a tomarme mis copitas de vino. ¡Tener una cita a solas es increíble!
Los invito a que lo experimenten si no lo han hecho antes. Sí no es así, me encantaría saber cómo es que les fue y qué aprendieron de ello.
Pronto seguiré compartiendo más de las tantas cosas que se viven en soledad. Tal vez ni siquiera deba decir que estoy sola al final de todo, ya que a nivel espiritual sé que siempre estoy acompañada :)
Abrazos grandes.
Pronto seguiré compartiendo más de las tantas cosas que se viven en soledad. Tal vez ni siquiera deba decir que estoy sola al final de todo, ya que a nivel espiritual sé que siempre estoy acompañada :)
Abrazos grandes.